La obra representa el principal misterio de la Fe Cristiana, la Trinidad, en ella se encuentra el Espíritu Santo, Dios Padre y Jesucristo. El lienzo representa en el centro de la composición el cuerpo muerto de Jesucristo con el cual el Greco busca el espacio pictórico realizando una composición simétrica gracias a la distribución de personajes. El cuerpo de Cristo representa un canon de proporciones alargado algo propio de la estética manierista, aunque el Greco se considera un pintor personal. Sujetando el cuerpo de Jesucristo se encuentra Dios Padre con atributos de alto seglar como la mitra.
situados a los laterales y creando una composicion saturada de personajes en reducicos espacios se encuentran grupos de ángeles alados y cerrando la composición sobre Dios Padre una paloma que representa el Espíritu Santo rodeado de una aureola dorada. Los colores son los característicos de el Greco, tonos verdosos ácidos en los ropajes y la nube que sustenta la composición, azules, rojos y dorados, por influencia de la pintura veneciana de Tiziano en la luz, lus que es proyectada desde un punto exterior irreal que se centra en aquellos lugares que el Greco cree necesarios como en los ropajes para dar calidades en estos y crear volúmenes .
El Greco realizó también a parte de este, nueve lienzos más para en convento de Santo Domingo de Silos de Toledo y obras como el Expolio situadas en el museo del Prado, El Caballero de la mano en el pecho, en el Museo del Prado o el Martirio de San Mauricio situado en San Lorenzo del Escorial.
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