jueves, 28 de octubre de 2010

EL Panteón de Roma


El panteón actual fue construido en tiempos de Adriano durante los años 118 y125 D.C. sobre el antiguo Panteón de Agripa, incendiado en el año 80, que reconstruyó Dominiciano. Más tarde Adriano construyó uno nuevo sobre el anterior, de ahí las inscripciones en el frontón sobre Agripa y los ladrillos de Adriano. El aequitecto se desconoce, aunque se cree que puede ser Apolodoro de Damasco.




El Panteón trata de unificar elementos que nunca se habían combinado antes como la planta central y el portico clásico.





Entre el pórtico y la portada se crea un nuevo espacio que se denomina cerrojo. El portico del Panteón es sustentado por 16 columnas de granito egipcio, con capitel y basa de marmol blanco, todo ello sustentando un gran frontón que tiene su orígen en el de las Termas de Agripa.




Ya en el interior del templo llama la atención su espacio circular y el óculo en la cúpula, que sirve para aligerar el peso y para marcar en el cosmos del templo el Sol como deidad de la cultura romana.





La majestuosa cúpula está formada por el invento romano del hormigón utilizando en la parte más elevada la piedra pómez aligerando el peso, que recae sobre los muros de 6 metros de espesor. La cúpula está decorada con casetónes para también aliviar el peso, además esta decoración se recuperará en el Renacimiento.





Gracias a la distribución de pesos se pueden abrir 8 vanos, uno el de ingreso y los demás capillas en la primera planta, además de la segunda planta decorada con hornacinas rematadas por fontones circulares y triangulares.




El mármol se utilizó como elemento para revestir los materiales pobres en su toralidad desde el suelo hasta el arranque de la cúpula. Originales de la época se conserva la puerta de bronce que debía ser dorada, autenticas placas de mármol, aunque se perdieron los estucos de la cúpula y relieves policromados. Como motivo importante decir que esta arquitectura es concebida para albergar las deidades del pueblo y dejar un espacio abierto aislandose del exterior dando mayor religiosidad.


Como anecdota decir que Brunelleschi se inspiró en la cúpula para construir la de Santa María dell Fiore


y Miguel Ángel para la cúpula del Vaticano.

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